Jorge Blass y su increíble máquina reductora
En «Una vida a lo grande» (Alexander Payne), se planteaba una curiosa solución a uno de los grandes males de la humanidad, la sobrexplotación de recursos y el aumento de la población.
En la película protagonizada por Matt Damon, la teoría mantenida era la siguiente: si reducimos el tamaño de los humanos significativamente (en concreto los cuerpos pasan a tener el 0,3% de su volumen original) reducimos también los problemas porque las necesidades y el consumo serán muy inferiores. No sabemos si el mago español Jorge Blass se ha inspirado en la sátira de Payne (siempre certero en sus críticas al american way of life) ni si tiene pensado patentar su máquina reductora para comenzar a hacer pequeñitos a un número cada vez mayor de seres humanos, pero lo que sí es cierto es que esta máquina se ha convertido en uno de los números más celebrados de su nuevo espectáculo.
Blass lleva más de 20 años en los escenarios innovando con su magia en un territorio complejo en estos tiempos de pantallas y realidades virtuales. El ilusionismo, la magia como arte escénico, es un espectáculo milenario (hay quien remonta sus orígenes al Imperio Egipcio basándose en unos cuentos plasmados en un papiro de más de 4.000 años de antigüedad). Muchas veces identificamos al mago con cartas, serruchos, palomas, conejos y cuerdas. Una imagen que se ha quedado desactualizada para el mundo digital. Pero Blass, que consiguió ganarse la admiración del mismísimo David Copperfield (“eleva el arte de la magia a otro nivel” dijo de él), ha conseguido introducir los modernos avances tecnológicos en sus números para lograr un impresionante equilibrio entre la tradición y el futuro. “Teletransportarnos o hacernos invisibles son cosas que aún la ciencia está trabajando y con la magia podemos representarlo en el escenario, y hacer soñar al público como si existieran esas tecnologías del futuro” reflexiona Blass. Y precisamente sobre el escenario el mago madrileño despliega un arsenal de aparatos como impresoras 3D, robots, drones o una increíble máquina que miniaturiza a las personas y que Alonso Trenado se ha atrevido a probar…
Edición: Douglas Belisario
Texto: José L. Álvarez Cedena
Etiquetas:Alonso Trenado, avances tecnológicos, David Copperfield, Douglas Belisario, José L. Álvarez Cedena, miniaturización